Ceci Flores, presidenta fundadora de Madres Buscadoras de Sonora, expresó su inconformidad y frustración tras la apertura del Rancho Izaguirre en Teuchitlán, Jalisco, a colectivos de madres buscadoras y medios de comunicación. Según sus palabras, la Fiscalía General de la República (FGR) no sólo ignoró el dolor de las familias que buscan a sus seres queridos, sino que también demostró que la verdad sobre lo sucedido nunca será revelada.
“El día que tengan que rendir cuentas, tendrán la respuesta perfecta: ustedes entraron y vieron lo que nos entregaron, todo es culpa del estado”, manifestó Ceci Flores en sus redes sociales, condenando la forma en que se permitió el acceso al lugar.
El pasado 20 de marzo, colectivos de madres buscadoras forzaron su entrada al rancho y se encontraron con un escenario vacío. Los objetos personales que habían sido reportados previamente, como ropa y zapatos apilados, ya no estaban presentes, lo que provocó la indignación de las familias.
“Es jugar con nuestros sentimientos. No saben el dolor de una esposa o una hija que busca a su familiar desaparecido y que te vengan a dar nada más un recorrido como si esto fuera un museo o una locación de película. Esto es un circo”, reclamaron algunos de los asistentes.
Durante el recorrido, el personal de la fiscalía estatal registró los nombres de los visitantes y les permitió el acceso bajo su propia responsabilidad. Aunque el lugar estaba resguardado por la Policía Investigadora y la Fiscalía Especializada en Personas Desaparecidas, ninguna autoridad proporcionó detalles sobre las labores que se habían llevado a cabo en el predio.
La indignación de los colectivos se suma a las críticas por la falta de claridad en el proceso de investigación y el manejo de la información sobre el predio señalado como un posible “campo de exterminio”.