Un narcolaboratorio de gran escala fue desmantelado en Huitzilac, Morelos, tras un operativo coordinado entre fuerzas de seguridad federales y estatales. El laboratorio clandestino, ubicado en la zona boscosa conocida como La Comadreja, tenía la capacidad de producir hasta una tonelada mensual de metanfetamina tipo “cristal”.
La acción fue resultado de una investigación que se originó una semana antes, cuando se interceptó una camioneta que transportaba precursores químicos. A partir de ese decomiso, drones de vigilancia detectaron un área oculta con mallas, donde se identificaron posibles herramientas para la elaboración de drogas.
El secretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, Miguel Ángel Urrutia Lozano, explicó que, tras confirmar la sospecha, se organizó un operativo conjunto con elementos de la Unidad de Inteligencia Naval de la Secretaría de Marina, el Ejército Mexicano y la Guardia Nacional.
Durante la conferencia de prensa, Urrutia detalló que la incursión comenzó a las 17:30 horas del día anterior. En el camino, los elementos encontraron obstáculos colocados con troncos, posiblemente para frenar el ingreso de vehículos oficiales. En el sitio fueron detenidos tres hombres: José Adán, de 18 años, originario de Pinotepa Nacional; Damián, de 22 años, de Santiago Tuxtepec; ambos de Oaxaca; y Norberto, de 34 años, procedente de Huitzilac, Morelos.
En el lugar se aseguraron cinco reactores industriales para la fabricación de drogas sintéticas, además de 20 costales con sustancias similares a la sosa cáustica, 20 bidones de 20 litros con líquidos que podrían corresponder a ácido tartárico, acetona o glicerina, así como 10 recipientes de 50 litros con metanfetamina en etapa temprana de elaboración.
También se hallaron tres tinacos de 120 litros con químicos aún no identificados, cinco tanques metálicos con líquidos de al menos 70 litros cada uno, 15 cilindros de gas LP (algunos llenos y otros vacíos), un depósito de agua de 3,000 litros y una alberca improvisada con capacidad de 6,000 litros.
De acuerdo con Urrutia, la operación del laboratorio representaba ingresos ilícitos estimados en más de 300 millones de pesos mensuales, y se sospecha que la zona es operada por células criminales identificadas como “Los Mayas” o “Los de Siempre”.
Finalmente, el secretario señaló que este narcolaboratorio llevaba años funcionando sin haber sido detectado ni denunciado, lo que apunta a una posible red de protección institucional a nivel local, estatal o federal. Además, destacó que los reactores encontrados son similares a los utilizados en operaciones del narcotráfico en Sinaloa.
