El expresidente francés Nicolas Sarkozy, condenado a cinco años de prisión por la financiación libia de su campaña presidencial de 2007, aseguró sentirse víctima de un “complot” y afirmó que luchará hasta su “último aliento” para demostrar su inocencia. En una extensa entrevista con Le Journal du Dimanche, calificó la sentencia como injusta y señaló que todos los límites del Estado de derecho fueron violados.
Sarkozy insistió en que nunca admitirá culpa por hechos que asegura no cometió y que la condena no tiene fundamento. Explicó que la base de la investigación, un documento publicado por Mediapart, ha sido considerado una falsificación por el Tribunal Penal de París, lo que, según él, demuestra que hubo manipuladores y conspiración.
El expresidente también cuestionó el cargo de asociación de malhechores, agregado al final de la investigación, argumentando que se basa únicamente en hipótesis y carece de pruebas. Subrayó que fue condenado porque el tribunal consideró posible que permitiera que otros obtuvieran financiación ilegal, aunque él ya fue absuelto de esos delitos.
Sarkozy expresó su sorpresa por tener que cumplir prisión antes de que se resuelva su apelación, cuya fecha se conocerá el 13 de octubre. A pesar de esto, afirmó que “si tengo que dormir en la cárcel, dormiré en la cárcel, pero jamás admitiré algo que no hice”.
El expresidente de 70 años apeló el veredicto, pero la ejecución de la condena se mantiene mientras se resuelve el recurso, una situación que calificó de humillante e injusta. También criticó la actuación de la jueza Nathalie Gavarino por posibles indicios de parcialidad en su fallo.
Sarkozy insiste en que la acusación es infundada, que la prueba clave fue falsificada y que todo el proceso demuestra irregularidades y motivaciones políticas detrás de su condena.