Perú enfrenta un nuevo cambio de gobierno luego de que el Congreso destituyera a Dina Boluarte por “permanente incapacidad moral”. En su lugar asumió el abogado José Jerí, de 38 años, quien se convierte en el séptimo presidente que ocupa el cargo en los últimos nueve años, reflejo de la inestabilidad política que atraviesa el país andino.
Jerí, hasta ahora presidente del Parlamento, tomó posesión en la madrugada del viernes y prometió en su primer discurso trabajar por la “reconciliación nacional”, fortalecer la lucha contra la delincuencia y garantizar la neutralidad del gobierno rumbo a las elecciones generales previstas para abril de 2026.
Su llegada al poder ocurre en medio de una grave crisis por el incremento de la criminalidad. El miércoles, un ataque armado durante un concierto en Lima dejó cinco heridos —cuatro de ellos integrantes del grupo de cumbia Agua Marina—, hecho que evidenció el deterioro de la seguridad pública y fue considerado el punto de quiebre en la gestión de Boluarte.
La exmandataria había sobrevivido a ocho intentos de destitución gracias al respaldo de una coalición parlamentaria integrada por Fuerza Popular, Alianza para el Progreso y Renovación Popular. Sin embargo, su popularidad se desplomó por debajo del 10% debido a escándalos como el uso de relojes de lujo, una cirugía estética no reportada y la falta de resultados frente a la delincuencia. Además, enfrenta investigaciones por presunta responsabilidad en la muerte de manifestantes y por presuntos actos de corrupción.
Por su parte, José Jerí llega a la presidencia con poca experiencia política. No fue elegido directamente como congresista en 2021, sino que ocupó una vacante al reemplazar al expresidente Martín Vizcarra, inhabilitado por el Parlamento. En julio pasado fue designado presidente del Congreso con el apoyo de los mismos partidos que respaldaban a Boluarte.
Su pasado tampoco está exento de controversias: la fiscalía lo investigó por presunta violación, aunque el caso fue archivado, y mantiene abierta una indagatoria por posible enriquecimiento ilícito, ya que su patrimonio creció de forma considerable desde su llegada al Legislativo.
Tras su destitución, Dina Boluarte no ha aparecido en público. En un mensaje grabado defendió su gestión y afirmó que siempre actuó “pensando en los 34 millones de peruanos”. Su abogado confirmó que permanece en su domicilio en Lima y que no ha solicitado asilo político, mientras la fiscalía busca impedir su salida del país.
Analistas locales coinciden en que Jerí enfrentará semanas complicadas. El nuevo mandatario deberá formar un gabinete con figuras capaces y conciliadoras para evitar una nueva crisis. La violencia criminal alcanzó en 2024 su nivel más alto desde 2017, con más de 2 mil homicidios registrados, y las denuncias por extorsión aumentaron en más de 30%.
“El principal reto de José Jerí será escoger a sus ministros. Si forma un gabinete sin liderazgo ni experiencia, volveremos al mismo caos”, advirtió el analista político Enrique Castillo.