El incremento en el número de siniestros a nivel mundial es una preocupación creciente. Según Raúl Flores Mendoza, director de Protección Civil y Bomberos de la Dirección General de Análisis, Protección y Seguridad Universitaria de la UNAM, esto se debe a diversos factores, como condiciones meteorológicas adversas, sequías y la imprudencia humana. Flores Mendoza destaca que basta con un descuido, como arrojar un cigarro medio encendido, para desencadenar un incendio.
En México, la situación no es diferente. Según datos de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, en 2021 se registraron 7,337 incendios forestales que afectaron 660,734.57 hectáreas. En 2022, aunque el número de incidentes disminuyó, la superficie afectada aumentó a 735,205.54 hectáreas. En 2023, los números volvieron a crecer, con 7,611 incendios que arrasaron una superficie de 1,047,492.52 hectáreas.
Los estados más afectados el año pasado fueron Jalisco, México, Ciudad de México, Michoacán, Chihuahua, Chiapas, Puebla, Durango, Guerrero y Veracruz, representando el 79% del total nacional. En cuanto a la superficie afectada, Jalisco, Chihuahua, Guerrero, Nayarit, Durango, Sonora, Chiapas, Oaxaca, Sinaloa y Michoacán lideraron la lista, con un 84% del total.
En este contexto, la labor de los bomberos es fundamental para proteger vidas, propiedades y recursos naturales. Según Flores Mendoza, la vocación de servicio y la disposición para enfrentar situaciones de emergencia son características esenciales en los bomberos. La capacitación constante y el uso de tecnología avanzada, como drones y simuladores de realidad virtual, son elementos clave en su preparación y desempeño.
El Día Internacional de los Bomberos, celebrado hoy, es una oportunidad para reconocer la valentía y dedicación de estos profesionales, cuya labor es indispensable en la sociedad.