El proyecto estadounidense de construcción de un muelle en Gaza, puesto en marcha hace seis días, está empezando a hacer llegar más ayuda a los palestinos necesitados, pero las condiciones son complejas, según afirmaron el jueves funcionarios estadounidenses.
El muelle flotante tuvo un inicio difícil, con multitudes que se abalanzaron sobre algunos de los primeros camiones procedentes de la nueva ruta marítima liderada por Estados Unidos y sustrajeron su contenido durante el fin de semana. Un hombre entre la multitud murió de un disparo en circunstancias que no han sido esclarecidas, tras lo cual se suspendió la distribución de ayuda durante dos días.
El ejército estadounidense trabajó con la ONU y funcionarios israelíes para seleccionar rutas alternativas más seguras para los camiones procedentes del muelle, según declaró a la prensa el jueves el vicealmirante estadounidense Brad Cooper.
Como resultado, el muelle estadounidense recibió el miércoles 27 de los 70 camiones de ayuda que la ONU pudo reunir en todos los cruces terrestres y marítimos de Gaza para su distribución entre la población civil, según informó Estados Unidos.
Se trata de una fracción de los 150 camiones cargados de alimentos, tratamiento nutricional de emergencia y otros insumos que los funcionarios estadounidenses pretenden hacer llegar cuando la ruta marítima funcione al máximo de su capacidad.
Gaza necesita que ingresen 600 camiones al día, según la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID por sus siglas en inglés), para frenar la hambruna que de acuerdo con funcionarios de USAID y del Programa Mundial de Alimentos de la ONU ha comenzado en el norte del territorio palestino, y evitar que se extienda hacia el sur.
El recrudecimiento de la ofensiva israelí en la ciudad meridional de Rafah ha imposibilitado el paso de ayuda a través del cruce fronterizo con Egipto, el cual es una entrada clave de combustible y alimentos para Gaza. Israel afirma que está haciendo llegar la ayuda a través de otro paso fronterizo, Kerem Shalom, pero las organizaciones humanitarias afirman que las operaciones militares israelíes les dificultan recoger la ayuda en ese punto para su distribución.
Daniel Dieckhaus, director de respuesta de USAID para Gaza, rechazó las acusaciones de algunos grupos de ayuda de que el muelle está desviando la atención de la necesidad primordial de que Israel permita el pleno acceso a los cruces terrestres para los envíos humanitarios.
Por ejemplo, Jeremy Konyndyk, un exfuncionario de USAID que ahora dirige Refugees International, tuiteó que «el muelle es teatro humanitario».
«Yo no llamaría teatro a conseguir, en un par de días, suficientes alimentos y otros suministros para decenas de miles de personas durante un mes», dijo Dieckhaus el jueves.