El presidente argentino, Javier Milei, encara una votación que podría marcar un antes y un después en su gobierno. Este domingo, la provincia de Buenos Aires, la más poblada del país, elegirá legisladores provinciales y consejeros municipales, y Milei la considera una oportunidad decisiva para debilitar al kirchnerismo, el peronismo de centroizquierda que lo precedió y gobierna la región.
Un triunfo reforzaría su posición de cara a las elecciones legislativas nacionales del 26 de octubre, que definirán la composición del Congreso hasta 2027, en un contexto de aprobación en descenso por problemas económicos y denuncias de corrupción. En cambio, una derrota podría afectar su proyecto político y fortalecer a la oposición peronista, dividida y debilitada tras la detención domiciliaria de la expresidenta Cristina Fernández por corrupción.
Milei ha definido la elección como una batalla contra el kirchnerismo, señalando que los comicios buscan “cerrarle el kiosco” a su principal adversario político. Sus declaraciones han reforzado la narrativa de confrontación con el centroizquierda, motivando a sus seguidores a trasladar ese mensaje a las urnas.
