En el contexto de la discusión sobre la reforma energética, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, afirmó que los contratos con empresas privadas serán respetados. Asimismo, aseguró que se establecerán mesas de trabajo para debatir las leyes secundarias relacionadas con la reforma.
Sheinbaum detalló que, de aprobarse la reforma, se contará con un periodo de 180 días para realizar los ajustes necesarios. En este sentido, ya solicitó a la secretaria de Energía, Luz Elena González, que se reúna con representantes del Consejo Coordinador Empresarial y otros sectores para explicar los cambios propuestos.
La presidenta también destacó que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) era una empresa verticalmente integrada, responsable tanto de la generación como de la transmisión de energía, como ocurre con otras empresas eléctricas en el mundo. Sin embargo, señaló que las modificaciones previas fragmentaron a la CFE, generando ineficiencias. Por ello, la nueva reforma contempla modificaciones constitucionales que implicarán ajustes en las leyes secundarias.
En cuanto a Pemex, Sheinbaum indicó que volverá a ser una empresa pública. Aunque se mantendrán los contratos vigentes con empresas privadas, el objetivo principal será recuperar la soberanía energética, lo que implica que no se producirá petróleo únicamente por producir, sino en función de las necesidades estratégicas del país.