El Ejército israelí atacó este martes con artillería dos de los principales hospitales del norte de la Franja de Gaza, poniendo al límite de nuevo un sistema de salud cada vez más menguado; al tiempo que tropas terrestres y fuerzas aéreas prosiguieron su ofensiva en Rafah.
El Hospital de Kamal Adwan, en el barrio de Beit Lahia y bajo cerco militar desde hace tres días, dejó de funcionar después de que tanques israelíes atacaron con proyectiles tanto la recepción como el departamento de emergencias de este centro médico.
El Ministerio de Sanidad de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), que controla de forma fragmentada el territorio ocupado de Cisjordania, añadió en un comunicado que las fuerzas atacaron el hospital, donde había “unos 150 miembros del personal médico de diversas especialidades, decenas de pacientes y heridos en cuidados intensivos y cirugía, y varios bebés en incubadoras”.
Según informó el director del centro a la agencia oficial de noticias palestina Wafa, Hosam Abu Sfiya, al menos 15 pacientes fueron incapaces de salir del hospital, entre ellos dos mujeres que dieron a luz recientemente y otros conectados a máquinas.
“No hay ningún lugar seguro en el norte de Gaza. Todo el mundo es un objetivo (militar): el hospital, el hogar, la escuela, los centros de acogida, la calle y el mercado”, describió hoy en la red social X el periodista palestino, Anas al Sharif.
El segundo hospital bajo asedio militar israelí también por tercer día consecutivo es el del Al Awda, localizado en la ciudad norteña de Yabalia. Según informó a EFE su director en funciones, Mohamad Salha, desde primera hora de hoy, el Ejército abrió fuego contra varios edificios del centro y casas cercanas.