La Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados aprobó, con 22 votos a favor y 18 en contra, el dictamen de la reforma constitucional propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador, que formaliza la incorporación de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). Esta decisión ha generado un fuerte debate entre los legisladores.
Los diputados de la oposición han expresado su preocupación por el impacto de esta reforma, argumentando que podría debilitar al Ejército y limitar la capacidad operativa del próximo titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Omar García Harfuch. Señalan que, al integrar la Guardia Nacional a la Sedena, se centraliza el control de esta fuerza de seguridad, lo que podría reducir la autonomía y efectividad de la SSPC.
El dictamen establece en su artículo sexto transitorio que los gastos operativos y los recursos materiales de la Guardia Nacional serán transferidos a la Sedena. No obstante, la SSPC seguirá siendo responsable de formular la Estrategia Nacional de Seguridad Pública, así como de los programas, políticas, y acciones relacionadas.
Además, el documento dispone que el titular de la Comandancia de la Guardia Nacional, quien deberá ostentar el grado de general de División de la Guardia Nacional en activo, será designado por el Presidente de la República a propuesta del secretario de Defensa Nacional. La reforma también mantiene que la investigación de los delitos será responsabilidad del Ministerio Público, las policías, y la Guardia Nacional.
Este cambio refuerza la militarización de la seguridad pública en México, una medida que ha sido objeto de debate y controversia desde la creación de la Guardia Nacional en 2019.
