Este sábado se cumplen once meses desde el inicio de la guerra en Gaza, que ha causado la muerte de al menos 40.939 personas, principalmente mujeres y niños, según informes del Ministerio de Sanidad gazatí. La cifra total de heridos ha alcanzado los 94.616, y se estima que alrededor de 10.000 cuerpos aún están bajo los escombros.
La intensificación de los ataques israelíes ha resultado en al menos 61 muertes y más de 160 heridos en las últimas 48 horas. Las fuerzas israelíes han bombardeado áreas densamente pobladas, incluidas escuelas y campos de refugiados, lo que ha exacerbado la crisis humanitaria.
Philippe Lazzarini, comisionado de la agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA), ha instado a un alto el fuego inmediato, destacando la necesidad urgente de detener la violencia y permitir la ayuda humanitaria.
El reciente ataque a la escuela Halima al Sadiyya, que servía de refugio para desplazados, ha causado al menos 13 muertes, según fuentes palestinas. Además, la desnutrición sigue siendo un grave problema, con al menos 37 muertes por desnutrición y deshidratación desde finales de febrero.
La campaña de vacunación contra la polio en Gaza sigue en curso, con una tercera fase prevista para el norte del enclave palestino, pero los esfuerzos humanitarios se ven obstaculizados por la falta de treguas.
Las tensiones entre Israel y Hamás continúan, con el Gobierno israelí negándose a ceder en algunas demandas, como la retirada de tropas del corredor de Filadelfia. Las protestas en Israel exigen un acuerdo de tregua, mientras que los familiares de los rehenes están cada vez más preocupados por el futuro de sus seres queridos.
