Después de acampar por cinco días en las oficinas de la sección 33 del Sindicato Nacional de Educación (SNTE), docentes del movimiento denominado «Base Unida» cerraron las instalaciones con cadenas y candados, además de exigir la intervención del dirigente nacional, Alfonso Cepeda Salas.
Enojados por la negativa del secretario general seccional, BJ Emanuel González Chávez, que no respalda su pliego petitorio para una mejoría salarial, advirtieron que no entregarán el edificio hasta que no arribe una comisión del comité nacional del SNTE. El vocero del movimiento, Gabriel Cabañas Marrufo, argumentó que tomaron la decisión al considerar que se les ignoró.
Fue a las 3:14 de la madrugada, los inconformes bloquearon los accesos del inmueble sindical, en medio de conatos de bronca. Los manifestantes exigen un incremento salarial del 30 por ciento, así como el pago de 90 días de aguinaldo.
En la refriega, 18 integrantes del comité de la sección 33 del SNTE quedaron encerrados, al resguardarse en una de las oficinas, ante las amenazas que recibieron. Las personas «secuestradas» en el edificio reprocharon la actitud violenta de sus compañeros.
Asimismo, en un videomensaje, el líder sindical, González Chávez, lamentó que un grupo de 70 personas tenga tomadas las oficinas de la organización. Señaló que al personal docente inconforme se le ha escuchado y ofrecido una mesa de diálogo para atender sus demandas. También acusó que detrás del movimiento hay personas ajenas al SNTE y otros que ni siquiera son trabajadores de la educación.
«El enemigo no está en casa, el enemigo es la división y la violencia. Debemos pensar en el ejemplo que se transmite a las alumnas y alumnos», expresó.
Pidió que saquen las manos de la lucha sindical aquellas fuerzas externas al gremio magisterial.