La escasez de agua es consecuencia de cientos de años de decisiones y al saquear lagos en México no se considera un entorno sostenible, dijo Yosune Miquelajauregui Graf, investigadora del Laboratorio Nacional de Ciencias de la Sostenibilidad del Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
«Es importante reconocer que este proceso de escasez y vulnerabilidad no únicamente es producto de lo que ocurre hoy, es consecuencia de cientos de años de decisiones: es un legado», explicó la investigadora durante las Jornadas Hídricas II. Crisis hídricas, ciudades en los tiempos del cambio climático.
Advirtió que la cuenca de México lleva más de siete siglos gestionando el agua, durante los cuales, básicamente, lo que se ha hecho es obtenerla de los «lagos» y generar una serie de líquidos residuales que tienen que deslindarse del sistema.
Por medio de la Gaceta UNAM, la Máxima Casa de Estudios reiteró que este saqueamiento a lagos no es una medida sostenible y que otros factores sociales y económicos han creado un problema de desabasto de agua, sobre todo en la Ciudad de México.
«Actualmente se ha ido acentuando con el cambio climático y vivimos una realidad alarmante en cuanto a insuficiencia, porque no sólo tenemos un acceso desigual de este recurso, sino que también resulta de poca calidad. Es uno de los problemas más complejos que tenemos en Ciudad de México y la Zona Metropolitana», señaló la experta.
Por último, la doctora Miquelajauregui Graf agregó que el sector hídrico se ha afectado no únicamente por la sobreexplotación de los mantos acuíferos y el cambio climático, sino además por otros aspectos sociales y económicos.