El gobierno del Estado de Hidalgo, a través de la Secretaría de Gobierno, liderada por Guillermo Olivares Reyna, ha respondido a la petición de los trabajadores de la planta Cruz Azul para mediar en el conflicto que ha dejado a 25,000 personas afectadas directamente y paralizado las operaciones de la cementera durante dos años.
Ante la solicitud de intervención por parte de los cooperativistas de Cruz Azul, compuestos por empleados, jubilados y socios, el secretario Olivares Reyna se reunió con los trabajadores en las instalaciones de la planta. En dicha reunión, expresó su compromiso de buscar una solución pacífica que evite más tragedias. «Es esencial que las partes involucradas muestren disposición para reactivar la operación de la planta», afirmó.
Por su parte, representantes de los trabajadores, como Gilberto Maya, subrayaron la importancia de contar con un mediador, ya que hasta ahora han defendido la planta y su legado por cuenta propia. Maya destacó que no solo protegen las instalaciones, sino también el futuro de sus familias y la comunidad en general.
El conflicto, que ha dejado sin electricidad a la planta desde agosto de 2022, ha tenido un impacto devastador en la economía local. Maya explicó que la falta de energía ha paralizado las operaciones, afectando gravemente a cerca de 25 mil familias de manera directa y 120 mil más de forma indirecta. Al menos nueve comunidades dependen de la actividad de la planta, lo que ha agudizado la crisis.
El conflicto ha desencadenado episodios de violencia, incluyendo intentos de tomar la cementera por la fuerza con grupos de choque, lo que ha resultado en la pérdida de vidas en algunas ocasiones. El gobierno busca prevenir más enfrentamientos y restaurar la paz en la región mediante el diálogo entre las partes involucradas.