Tras más de 60 horas de bloqueo, los residentes del municipio de Tlahuapan en Puebla acordaron liberar un carril de la autopista y la carretera federal México-Puebla, mientras que los ejidatarios de Apizaco en Tlaxcala decidieron mantener sus bloqueos en las carreteras.
Desde el martes, los ejidatarios tlaxcaltecas han cerrado la carretera México-Veracruz en Texcalac y la autopista Arco Norte para exigir al gobierno federal un pago justo por las tierras que fueron expropiadas para la construcción de estas vías. Los ejidatarios exigen al menos 200 pesos por metro cuadrado.
A pesar de las presiones de los automovilistas, que han tenido que buscar rutas alternas, los campesinos defienden sus acciones, argumentando que no son los responsables de la situación. Aseguran tener documentación que respalda la propiedad de sus tierras y critican al gobierno federal por permitir abusos en su contra.
Por su parte, los automovilistas han tenido enfrentamientos verbales con los bloqueadores, lamentando que el gobierno federal no haya mostrado interés en resolver la situación ni en negociar el levantamiento de los bloqueos para restablecer el tránsito de transporte y carga, crucial para la distribución de mercancías.
Javier Marroquín Calderón, titular de la Secretaría de Desarrollo Económico de Tlaxcala, mencionó que las pérdidas económicas para el sector empresarial debido a los bloqueos son significativas.
En Puebla, los ejidatarios de Tlahuapan han llegado a un acuerdo con las autoridades estatales para liberar un carril de la autopista y la carretera federal, mientras mantienen el cierre de los demás carriles. La Secretaría de Gobernación de Puebla indicó que se ha establecido un carril para el libre tránsito, mientras se continúan las mesas de diálogo para resolver el pago de indemnizaciones de tierras expropiadas a través de las instancias federales y carreteras de cuota.