Este sábado, el Vaticano llevó a cabo una diplomacia discreta pero significativa al organizar una reunión inesperada entre dos presidentes en medio del funeral del papa Francisco: Donald Trump y Volodímir Zelenski. Mientras miles de fieles esperaban el último adiós al pontífice en la plaza de San Pedro, dentro de la Basílica se materializaba una escena diplomática de alto nivel, donde ambos mandatarios, en una cita aparentemente improvisada, se sentaron cara a cara.
Trump había viajado a Roma para rendir homenaje al papa, con quien, en términos sociales, no compartía muchas afinidades, pero al ingresar en el Vaticano, se encontró con más de lo esperado: una oportunidad de diplomacia. También presente en las exequias estaba Zelenski, quien llevaba días buscando un encuentro con el presidente estadounidense para discutir la guerra en Ucrania y las posibles negociaciones sobre los recursos naturales estratégicos.
Aunque inicialmente Trump había dejado entrever que podría reunirse con varios líderes internacionales durante su estancia en la Ciudad Eterna, la sorpresa fue que el encuentro con Zelenski ocurrió en medio del solemne contexto de un funeral. La Santa Sede, con su habilidad para mediar, proporcionó el escenario, una pequeña «cumbre» en la Capilla del Baptisterio, acompañada por sillas adornadas con tapizado púrpura.
Una fotografía que captó el momento mostraba a los presidentes sentados, mientras que un breve video difundido por un asesor de Trump mostró cómo los dos mandatarios charlaban mientras otros líderes, como el presidente francés Emmanuel Macron y el primer ministro británico Keir Starmer, se unían brevemente a la conversación. El encuentro, aunque informal, tomó un giro diplomático, siendo la Santa Sede el nexo de esta conversación estratégica.
En sus declaraciones posteriores, la Casa Blanca calificó la reunión como “muy productiva”. Zelenski, por su parte, comentó que había sido una “buena reunión” para los avances en la defensa de Ucrania y destacó la importancia de alcanzar un alto el fuego incondicional. La conversación también abordó la búsqueda de una paz duradera que evitaría la reanudación de la guerra.
En paralelo, Zelenski también se reunió con otros líderes internacionales como la primera ministra italiana Giorgia Meloni, quien expresó su total respaldo a Ucrania. Meloni, junto con otros mandatarios, coincidió en que la paz es la clave para la estabilidad y la seguridad futura de Ucrania, y reafirmó el apoyo internacional al presidente Trump en su esfuerzo por lograr una resolución pacífica.
Este encuentro se produce en un contexto simbólico, ya que tuvo lugar durante el funeral del papa Francisco, conocido como un «Papa de la paz». En palabras de Meloni, ver a Trump y Zelenski discutiendo sobre la paz en el contexto del sepelio del pontífice tenía un profundo significado. Mientras tanto, en su regreso a Washington, Trump, a través de su red social Truth Social, amenazaba con nuevas sanciones a Putin, apuntando que las actuales circunstancias le hacían dudar de la voluntad del presidente ruso para poner fin al conflicto.
En medio de este evento, figuras como la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, también estuvieron presentes, demostrando la importancia diplomática del evento, que trascendió el marco del funeral para convertirse en un escenario de interacción política crucial.
