El presidente estadounidense, Joe Biden, avisó este jueves al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, que el apoyo de Estados Unidos a la guerra en la Franja de Gaza podría cambiar si no toma acciones “concretas” para minimizar el daño a civiles y garantizar la seguridad de los trabajadores humanitarios.
La llamada telefónica, que duró unos 30 minutos, era el primer contacto directo entre los dos líderes desde el ataque que el 1 de abril acabó con la vida de siete cooperantes de World Central Kitchen (WCK), la ONG fundada por el chef español José Andrés.
Según indicó la Casa Blanca en un comunicado, Biden aprovechó la llamada para pedir a Netanyahu que anuncie e implemente “una serie de pasos específicos, concretos y medibles para abordar el daño a civiles, el sufrimiento humanitario y la seguridad de los trabajadores de ayuda”.
A continuación, advirtió de que la futura política de su Gobierno con respecto a Gaza “dependerá” de las acciones que Israel tome para cumplir con esas peticiones.
En un tono similar, el secretario de Estado de EU, Antony Blinken, dijo este jueves en una rueda de prensa en Bruselas que Washington modificará sus políticas hacia Israel si no hay cambios en la estrategia militar israelí en la Franja de Gaza, donde han muerto más de 33,000 personas.
No se ha establecido una fecha límite para que Netanyahu implemente lo solicitado, pero John Kirby, uno de los portavoces de la Casa Blanca, dijo que Estados Unidos espera ver cambios en un plazo de “horas” o “días”.
Ni la Casa Blanca ni el Departamento de Estado han detallado qué acciones concretas debe tomar Israel para que EU continúe brindando su apoyo.
Según Kirby, la llamada se produjo en un momento en el que Biden siente una “creciente frustración” hacia Netanyahu debido a que el líder israelí ha ignorado las peticiones que le ha hecho en los últimos meses para que cambie de estrategia.
El ataque contra siete cooperantes de World Central Kitchen fue algo que “particularmente conmovió” a Biden y, en ese contexto, se realizó este jueves la llamada, indicó Kirby.
Aunque no fue el eje central de la conversación, los dos líderes también hablaron sobre las amenazas de Netanyahu para lanzar una ofensiva terrestre sobre Rafah, en el sur de la Franja de Gaza y donde se hacinan 1,5 millones de palestinos.