El ejército israelí confirmó el viernes que sus fuerzas están operando en áreas centrales de Rafah, en su ofensiva en expansión en la ciudad del sur de Gaza.
Israel lanzó su asalto terrestre a la ciudad el 6 de mayo, provocando un éxodo de alrededor de un millón de palestinos y generando confusión en las operaciones humanitarias de la ONU en la zona. Sin embargo, el presidente estadounidense Joe Biden ha afirmado que Israel no ha cruzado las «líneas rojas» de una invasión total, contra la cual ha advertido.
En el comunicado del viernes, el ejército israelí sugirió que sus fuerzas han estado operando en gran parte de la ciudad. Durante las primeras semanas, el ataque israelí se centró en los distritos orientales de Rafah y en áreas cercanas a la frontera con Egipto. Las tropas israelíes tomaron el cruce de Rafah hacia Egipto el primer día de la ofensiva y desde entonces han reclamado el control del Corredor Filadelfia, una carretera que recorre toda la frontera entre Gaza y Egipto en el lado de Gaza.
A principios de esta semana, soldados israelíes también se trasladaron al distrito occidental de Tel al-Sultan en Rafah, donde testigos han informado de intensos enfrentamientos entre fuerzas israelíes y combatientes de Hamás.
En su comunicado del viernes, el ejército reveló que sus tropas en el centro de Rafah habían descubierto túneles y lanzadores de cohetes de Hamás, además de desmantelar un arsenal del grupo. No especificó en qué parte del centro de Rafah se llevan a cabo las operaciones, pero declaraciones anteriores e informes de testigos han señalado redadas en el campo de refugiados de Shaboura y otros sitios cercanos al centro de la ciudad.
Israel ha declarado que una ofensiva en Rafah es vital para desarraigar a los combatientes de Hamás como parte de la campaña militar para destruir al grupo tras su ataque del 7 de octubre en el sur de Israel.
Los palestinos que huyeron de la ciudad se han dispersado por el sur y el centro de Gaza, y la mayoría vive en miserables campamentos de tiendas de campaña. Se cree que unas 300,000 personas permanecen en la zona, algunas de ellas todavía en las áreas urbanas centrales de la ciudad, según un funcionario de la ONU que habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a discutir el tema con la prensa.