La Comisión Europea expresó su apoyo al gobierno de México frente a la decisión unilateral de Estados Unidos de imponer aranceles del 25% a las exportaciones mexicanas. Olof Gill, portavoz responsable de la cartera de comercio de la Comisión Europea, señaló que la Unión Europea lamenta profundamente esta medida y pidió a Estados Unidos que reconsidere su postura, instando a trabajar por una solución basada en la cooperación y en normas que beneficien a todas las partes.
Gill destacó que los aranceles impuestos a México y Canadá podrían perturbar el comercio mundial, afectar a socios económicos clave y generar una incertidumbre innecesaria, especialmente en un momento en que la cooperación internacional es crucial. Afirmó que estos aranceles representan una amenaza para las cadenas de suministro, los flujos de inversión y la estabilidad económica en ambos lados del Atlántico, reiterando la firme oposición de la Unión Europea a las medidas proteccionistas que socavan un comercio abierto y justo.
México y Canadá son considerados aliados y socios clave de la Unión Europea, con los que se mantienen relaciones basadas en acuerdos de libre comercio. Con México, la relación se formalizó a través de un acuerdo que está en vigor desde 2000 y que actualmente se encuentra en proceso de modernización, a la espera de la firma y ratificación del acuerdo actualizado, que se concluyó el 17 de enero. Según Eurostat, el comercio bilateral entre la UE y México casi se duplicó entre 2014 y 2024, pasando de 43.7 mil millones de euros a 82.3 mil millones, y el superávit europeo creció de 10.7 mil millones de euros a 23.9 mil millones. El comercio se centra principalmente en maquinaria, vehículos y productos manufacturados y químicos.
Por otro lado, Trump también ha amenazado con imponer aranceles del 25% a las importaciones de la UE, a pesar de las advertencias sobre los efectos negativos que esta medida tendría sobre el crecimiento y la inflación. En el Reino Unido, se sigue de cerca la guerra comercial declarada por Trump a México y Canadá. Margaret Beryl Jones, Subsecretaria Parlamentaria del Departamento de Empresa y Comercio del Gobierno británico, indicó que el gobierno respetará el diálogo entre otros países y Estados Unidos, pero tomará medidas para mitigar el impacto económico potencial de los aranceles en empresas y consumidores británicos.
El primer ministro británico Keir Starmer, durante su visita a la Casa Blanca el 27 de febrero, obtuvo de Trump una insinuación, aunque reticente, de que el Reino Unido podría quedar exento de los aranceles. El legislador conservador Daniel Hannan señaló que, como principal inversor de Estados Unidos, el Reino Unido se verá afectado por los aranceles donde estos se apliquen.