El presidente Joe Biden defendió el jueves la decisión de su gobierno de dispensar 26 leyes federales para construir unos 32 kilómetros de muro fronterizo en el sur de Texas, afirmando que no tenía más opción que usar fondos previamente asignados para erigir la barrera con el propósito de frenar la migración ilegal a través de la frontera sur.
Cuando se le preguntó si pensaba que tales muros funcionan, respondió simplemente: “No”.
La nueva construcción fue anunciada en junio, pero los fondos fueron aprobados en 2019, antes de que el presidente demócrata asumiera el cargo. Biden aseguró que trató de reencauzar el dinero, pero que el Congreso se negó, y que la ley requiere que esos fondos se utilicen para lo que fueron aprobados, y que la construcción sea completada en 2023.
“Ese dinero ya había sido asignado para el muro fronterizo”, declaró el presidente Biden. “No puedo impedirlo”.
Aun así, dispensar leyes federales para dicha construcción —algo común cuando el republicano Donald Trump era presidente— suscitó interrogantes, particularmente porque cuando era candidato, Biden condenaba el uso de fondos para construir la barrera.
Una de las primeras decisiones de Biden como presidente fue detener el uso de fondos de emergencia para construir el muro en la frontera sur y poner fin a la emergencia nacional allí.