Modificar el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) de manera que altere el flujo comercial o afecte la integración económica entre estos países tendría consecuencias económicas significativas, señaló Marcelo Ebrard Casaubon, secretario de Economía. Durante su participación en la reunión de consejeros de BBVA, destacó que cualquier alteración en la dinámica comercial actual implicaría «un costo descomunal» para las economías de la región, con impactos negativos en empresas, empleos y competitividad.
Ebrard explicó que medidas como la imposición de aranceles del 10% o 20% a importaciones entre los países socios del tratado tendrían repercusiones devastadoras, generando aumentos de precios, pérdida de empleo y deterioro en la competitividad. Subrayó que el impacto no es solo teórico, ya que afectaría a cientos de empresas y millones de trabajadores.
Ante estos riesgos, el secretario planteó la necesidad de un «plan B» enfocado en reducir la dependencia de las importaciones asiáticas, incluyendo las provenientes de China. Según Ebrard, México ya trabaja con diversas empresas para disminuir su dependencia de estos mercados y fortalecer la integración económica dentro de América del Norte. Esta propuesta busca que México no solo adopte una postura defensiva, sino que lidere iniciativas que refuercen la cooperación regional y optimicen las cadenas de suministro.