El grupo chií libanés Hizbulá se atribuyó este lunes la autoría de ocho nuevos ataques contra objetivos militares israelíes, entre ellos una operación con cuatro drones que cargaron de forma simultánea contra un cuartel de la defensa aérea en el norte del Estado judío.
En una serie de comunicados, Hizbulá reivindicó varias acciones contra puestos militares, una posición de artillería, un avión no tripulado y algunos grupos de soldados israelíes, incluido uno que estaba instalando «nuevos» sistemas de vigilancia en un cuartel del norte del país.
Al menos tres de las operaciones incluyeron lanzamientos de cohetes, mientras que una fue efectuada con artillería y, la más destacada de la jornada, con cuatro drones simultáneos.
El movimiento chií aseguró en una de sus notas que envió cuatro aviones no tripulados de ataque a lo que describió como un «cuartel general para la defensa aérea y contra misiles» perteneciente al Ejército de Israel, unas instalaciones que lograron alcanzar «de forma precisa».
Por otro lado, Hizbulá también se enfrentó este lunes a un dron del Estado judío que estaba sobrevolando las áreas fronterizas entre ambos países, «obligándole a retroceder» y regresar al territorio israelí.
Las fuerzas israelíes confirmaron que dos «objetivos aéreos» procedentes del Líbano cayeron en el norte de su territorio durante la nueva jornada de fuego cruzado, al tiempo que anunciaron un bombardeo contra unas instalaciones militares del grupo chií en el país vecino.
Las partes llevan cinco meses enzarzadas en sus peores enfrentamientos fronterizos desde la guerra que libraron en 2006 y la violencia ha continuado este lunes pese a ser el primer día del mes sagrado musulmán de Ramadán para los fieles suníes.
Los chiíes libaneses, mayoría en buena parte de las zonas fronterizas del sur del Líbano donde se concentran los choques, comenzarán la celebración mañana, martes.