Holanda inauguró el domingo su Museo Nacional del Holocausto en una ceremonia presidida por el rey de ese país y por el presidente israelí Isaac Herzog, cuya presencia provocó protestas debido a la mortal ofensiva de Israel contra los palestinos en Gaza.
El museo de Ámsterdam cuenta las historias de algunos de los 102.000 judíos que fueron deportados de los Países Bajos y asesinados en campos nazis, así como la historia de su persecución estructural bajo la ocupación alemana de la Segunda Guerra Mundial antes que comenzaran las deportaciones.
El museo “da rostro y voz a las víctimas judías de la persecución en Holanda”, declaró el rey holandés Willem-Alexander en la ceremonia de inauguración. “Demuestra las consecuencias devastadoras que puede tener el antisemitismo”.
“Es por ello que debemos seguir teniendo conciencia de cómo empezó la situación y cómo fue empeorando”, añadió.
Herzog elogió la iniciativa holandesa de crear el museo que, es un testamento sobre el creciente antisemitismo en el mundo.
“En este momento histórico tan importante, esta institución propaga un mensaje potente”, expresó Herzog.
“¡Recuerden! Recuerden los horrores del odio, del antisemitismo y del racismo, y nunca permitan que surjan de nuevo”.