Un ataque aéreo israelí resultó en la muerte de dos soldados libaneses y dejó a otros tres heridos el viernes, según informaron las fuerzas militares de Israel. Este ataque se produjo horas después de que el ejército israelí atacara los cuarteles de las fuerzas de mantenimiento de paz de la ONU en el sur del Líbano, lo que causó lesiones a dos cascos azules, marcando así el segundo día consecutivo de agresiones.
Los enfrentamientos involucran al ejército libanés, que ha mantenido una postura de neutralidad en gran medida durante el conflicto entre Israel y Hizbulá, un grupo político y militar respaldado por Irán. Israel ha intensificado su campaña contra Hizbulá con una serie de ataques aéreos y una invasión terrestre a lo largo de la frontera.
En Beirut, equipos de rescate continuaban buscando sobrevivientes entre los escombros de un edificio que se derrumbó tras un ataque aéreo israelí, el cual dejó al menos 22 muertos y decenas de heridos en la capital libanesa. Hizbulá ha lanzado cohetes contra Israel durante el último año en apoyo a los palestinos en Gaza, en respuesta a los ataques devastadores de Hamás el 7 de octubre, que causaron la muerte de 1,200 personas y la captura de 250 como rehenes.
Desde el inicio de este conflicto, el ejército israelí ha bombardeado objetivos de Hizbulá en Líbano, resultando en la muerte de más de 2,229 libaneses, incluyendo combatientes de Hizbulá, civiles y personal médico, según el Ministerio de Salud del Líbano. Por su parte, los ataques de Hizbulá han causado la muerte de 29 civiles y 39 soldados israelíes, tanto en el norte de Israel como en el sur de Líbano desde el 30 de septiembre.
El secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, reiteró el apoyo de Washington a la intensificación de la campaña israelí contra Hizbulá, afirmando que existe un interés «claro y muy legítimo» en garantizar el regreso de sus ciudadanos evacuados. Blinken también expresó que Estados Unidos está enfocado en alcanzar una solución diplomática a la guerra.