Israel comenzó el domingo el Día en Recuerdo de los Caídos, que llevará a muchos de sus ciudadanos a los cementerios militares, con el sonido de las alarmas antiáreas en todo el país durante un minuto y la remembranza de los 711 miembros de seguridad fallecidos desde la masacre de Hamás y la subsiguiente guerra en Gaza.
Según la tradición, las alarmas resonaron a las 20:00 hora local, marcando el inicio de un minuto de silencio que paralizó tanto a los transeúntes como a los vehículos en las calles para honrar a los soldados caídos.
Unas tres horas antes, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, expresó su gratitud a los militares por su servicio en un evento organizado por Yad LeBanim, una organización establecida por voluntarios israelíes para conmemorar a los soldados fallecidos.
«En estos meses, la valentía de todos nuestros soldados en el campo de batalla, tanto los de primera línea como los de la reserva, y los policías, ha sido evidente. Lucharemos juntos para derrotar a los monstruos de Hamás», afirmó Netanyahu.
Durante su discurso en Jerusalén, el mandatario israelí recordó a los soldados caídos a manos de Hamás el pasado 7 de octubre durante los ataques en suelo israelí que resultaron en la muerte de unos 340 uniformados, además de más de 780 civiles.
«Espero una recuperación completa para todos los heridos en su camino de rehabilitación. Los visité en los hospitales y escuché sus historias. Todos, incluso los amputados, me han pedido que sigamos adelante hasta la victoria», enfatizó Netanyahu.
En el mismo evento, el presidente israelí, Isaac Herzog, advirtió que mientras haya enemigos que busquen destruirlos, «no bajarán las espadas», en una ceremonia anual celebrada en el Muro de las Lamentaciones en Jerusalén.
