Una jueza mexicana ha decidido este sábado imponer prisión domiciliaria al exgobernador de Puebla, Mario Marín, quien está acusado de torturar a la periodista Lydia Cacho tras su denuncia de una red de pederastia en México. Marín deberá usar un brazalete localizador y pagar una fianza, además de enfrentar una multa de 100.000 pesos (aproximadamente 5.263 dólares), según informó Cacho en sus redes sociales.
La jueza Angélica Ortuño de Quintana Roo fue la encargada de dictar la sentencia. Cacho, que ha expresado su preocupación por la seguridad de ella y de sus testigos, responsabilizó a Ortuño de cualquier incidente que pudiera ocurrirles. Cacho considera que Marín sigue siendo una amenaza, a pesar de que no ha sido exonerado.
El fallo se produjo tras una solicitud de amparo presentada por la defensa de Marín para modificar sus medidas cautelares. Con esta decisión, el exgobernador tendrá que enfrentar el proceso en arraigo domiciliario y no podrá salir del estado de Puebla, donde reside.
Anteriormente, Marín estaba detenido en el Centro Federal de Readaptación Social 1, conocido como ‘El Altiplano’, donde cumplía una prisión preventiva desde hace cuatro años. Este cambio en sus condiciones le permitirá continuar su proceso fuera de prisión.
El temor de Lydia Cacho se basa en el hecho de que escribió el libro «Los demonios del Edén», en el que expuso una red de pederastia en México y la explotación sexual infantil. Su denuncia provocó que fuera secuestrada y torturada por la policía durante 48 horas, hasta que pudo ser liberada después de pagar una fianza de casi 4.000 dólares.
El 7 de agosto, Hugo Adolfo Karam, excomandante de la policía de Puebla y otro implicado en el caso, también salió del penal de Cancún bajo las mismas condiciones de prisión domiciliaria. Otro nombre relevante en el libro de Cacho es el de Succar Kuri, condenado a 94 años de prisión por pederastia, pornografía infantil y corrupción de menores, quien falleció en junio pasado.