Este sábado, la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, y su rival, el expresidente Donald Trump, protagonizaron una acalorada discusión sobre la programación y el lugar de su próximo debate. Harris exige que se mantenga el acuerdo original realizado con el ex presidente Joe Biden, mientras que Trump busca cambiar la fecha y el canal del debate.
Trump y Biden habían acordado dos debates: el primero, transmitido por CNN el 27 de junio en Atlanta, y el segundo, que debía ser en ABC el 9 de septiembre, con la ciudad aún por definir. La campaña de Harris quiere mantener el debate en ABC, pero Trump propuso que se lleve a cabo el 4 de septiembre en la cadena ultraconservadora Fox News, en el estado clave de Pensilvania, con un público presente y moderado por los periodistas Bret Baier y Martha MacCallum.
Trump argumenta que mantiene «un litigio» con ABC y su periodista George Slopadopoulos, quien entrevistó a Biden después de su desempeño deficiente en el debate anterior.
Harris respondió en redes sociales, cuestionando el cambio de postura de Trump. «Es curioso ver cómo el ‘cualquier momento, cualquier lugar’ se ha convertido en ‘un momento específico, en un lugar específico'», comentó Harris, insistiendo en que el debate debe realizarse en ABC como se acordó: «Estaré allí el 10 de septiembre, como él acordó. Espero verlo allí», agregó.
Michael Tyler, director de comunicaciones de la campaña de Harris, acusó a Trump de estar «asustado» y de intentar evitar el debate acordado al cambiar a Fox News. Los demócratas están dispuestos a discutir la posibilidad de más debates, pero solo después de que se realice el ya pactado.
Trump, por su parte, atacó a Harris en redes sociales, llamándola «no mentalmente capacitada» para debatir con él y afirmando que tiene un «bajo cociente intelectual». Trump también insinuó que Harris está «asustada» y amenazó: «O nos vemos el 4 de septiembre o ya no nos veremos».
Trump ha intensificado sus ataques contra Harris a medida que ella ha ganado terreno en las encuestas. El miércoles, cuestionó la identidad racial de Harris, sugiriendo que ella cambió su identidad para ganar votos afroamericanos. Harris, de padre jamaiquino y madre india, se identifica como negra y sudasiática.
La tensión en la campaña se intensificará aún más el martes, cuando Harris presente públicamente a su candidato a vicepresidente, cuyo nombre aún no ha sido revelado. Entre los posibles candidatos se encuentran el gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro; el gobernador de Minnesota, Tim Walz; el gobernador de Kentucky, Andy Beshear; y el senador de Arizona, Mark Kelly.
Mientras tanto, Trump defendió a su compañero de fórmula, J.D. Vance, quien, según las encuestas, es el candidato a vicepresidente menos popular en décadas. En un mitin en Georgia, Trump elogió a Vance y acusó a sus detractores de oponerse a él por su apoyo a los trabajadores. Los demócratas, aprovechando el cumpleaños de Vance, se burlaron de él en un comunicado: «El cumpleaños de J.D. Vance comenzó con buen pie», ironizaron.