La industria del calzado en México, históricamente afectada por la fuerte competencia de China, ha logrado mantener su posición a través de estrategias de adaptación e innovación. A pesar de las dificultades, las empresas mexicanas han sabido transformar los retos en oportunidades de crecimiento y desarrollo.
Luis Francisco Quirarte, presidente de la Cámara de la Industria del Calzado, señaló que, aunque la competencia con los productos chinos sigue siendo un desafío importante, en 2024 se lograron avances significativos en la regulación de las importaciones, lo que ha favorecido a los fabricantes nacionales.
Por más de dos décadas, los bajos costos del calzado chino han puesto en desventaja a la industria mexicana. Sin embargo, la implementación de aranceles y controles más estrictos sobre las importaciones ha permitido a las empresas nacionales recuperar terreno y fortalecerse.
Para enfrentar esta competencia, las empresas mexicanas han apostado por dos enfoques clave: la especialización en segmentos específicos y la modernización tecnológica. Estas medidas les han permitido ofrecer calzado de alta calidad y diseño único, mientras optimizan sus procesos para ser más eficientes y competitivos.
El futuro de este sector luce prometedor gracias a diversas iniciativas que buscan consolidar su posición en el mercado. Entre estas destacan el fortalecimiento de marcas propias, que ofrecen identidad y valor agregado, y el uso de plataformas digitales para llegar directamente a los consumidores, reduciendo la dependencia de intermediarios. Además, el enfoque en la exportación, particularmente hacia mercados como Estados Unidos, representa una gran oportunidad de expansión.
El calzado de piel sigue siendo uno de los principales diferenciadores de la industria mexicana. Frente a los productos chinos, que suelen centrarse en materiales sintéticos, el calzado de piel mexicano destaca por su calidad superior y mayor valor agregado, consolidando su lugar en nichos de mercado específicos.
Con una visión orientada hacia la innovación y el desarrollo, la industria del calzado mexicana se prepara no solo para superar los desafíos presentes, sino también para posicionarse como líder en diseño y calidad en el mercado internacional.