La Secretaría de Salud (SESA) del estado de Querétaro se adhiere al Día Mundial del Asma, que se conmemora el primer martes de mayo de cada año, con el propósito de involucrar a las y los pacientes con la atención y control de la enfermedad y disminuir los posibles factores de riesgo y enseñar a las personas qué se debe hacer ante un posible ataque o crisis de este padecimiento.
Para este año la Iniciativa Mundial para el Asma (GINA, por sus siglas en inglés) ha seleccionado el tema «La educación sobre el asma empodera». Para enfatizar la necesidad de empoderar a las personas con asma con la educación adecuada para controlar su enfermedad y reconocer cuándo buscar ayuda médica.
El asma es una de las enfermedades crónicas no transmisibles más comunes que afecta a más de 260 millones de personas y es responsable de más de 450 mil muertes cada año en el mundo, la mayoría de las cuales son prevenibles. Es una afección en la que las vías respiratorias se estrechan e hinchan, lo que puede producir mayor mucosidad. Esto puede dificultar la respiración y provocar tos, un silbido (sibilancia) al exhalar y falta de aire.
Los síntomas de asma pueden ser provocados por la inhalación de sustancias llamadas alérgenos o desencadenantes, o por otras causas. Los desencadenantes comunes incluyen: animales (caspa o pelaje de mascotas); ácaros del polvo; ciertos medicamentos (ácido acetilsalicílico) y otros antiinflamatorios no esteroideos; cambios en el clima (con mayor frecuencia el frío); químicos en el aire (contaminación) o en los alimentos; actividad física; moho; polen; infecciones respiratorias, como el resfriado común y muchos otros virus; emociones fuertes (estrés) y tabaco u otro inhalante que se fuma.
Se presenta tos con o sin producción de esputo (flema); retracción de la piel entre las costillas al respirar (tiraje intercostal); dificultad para respirar que empeora con el ejercicio o la actividad; silbidos o sibilancias cuando respira; dolor o rigidez en el pecho; dificultad para dormir y patrón de respiración anormal (la espiración dura el doble de tiempo que la inhalación).
Los que necesitan atención médica urgente son: labios y cara de color azulado (cianosis); disminución del nivel de lucidez mental, como somnolencia intensa o confusión, durante un ataque de asma; dificultad respiratoria extrema; pulso rápido; ansiedad intensa debido a la dificultad para respirar; sudoración; dificultad para hablar y que la respiración se detenga de forma temporal.
Los signos que indican que probablemente el asma está empeorando comprenden: dificultad creciente para respirar y la necesidad de usar un inhalador de alivio rápido con mayor frecuencia.
Para la prevención y control de ataques de asma es preciso dar seguimiento a las indicaciones del tratamiento médico que ha sido prescrito; asistir a las citas médicas y evitar los factores externos que puedan incidir en una crisis.