A pesar de las afirmaciones del presidente Andrés Manuel López Obrador sobre las intervenciones para combatir el crimen organizado, productores de limón en dos municipios de Michoacán enfrentan una difícil realidad. Según informes de la asociación Comité Nacional del Sistema Producto Limón Mexicano, los productores han sido forzados a pagar extorsiones al crimen organizado para poder continuar con sus operaciones.
En el municipio de Buenavista Tomatlán, conocido por ser el principal productor de limón en México, 24 empacadoras están pagando cuotas a los grupos delictivos para mantener sus actividades y garantizar el suministro de limón al mercado nacional. Esta situación refleja una práctica extendida en la región, donde las empresas se ven atrapadas en la presión de los «agentes externos» que buscan obtener recursos adicionales mediante extorsiones.
En el vecino municipio de Múgica, que se encuentra a aproximadamente 20 kilómetros de Apatzingán, otras 13 empacadoras también están siendo extorsionadas por el crimen organizado. Esta situación ha tenido un impacto directo en las operaciones, llevando a la comunidad limonera a enfrentar paros y bloqueos en la región.
El poblado de Apatzingán ha cumplido cinco días en paro de actividades citrícolas, en un intento de protestar contra la creciente inseguridad y la presión de las extorsiones. Esta situación resalta la creciente preocupación sobre la seguridad y el impacto del crimen organizado en sectores clave de la economía local.