La sierra que conecta los municipios de Aguililla, Tepalcatepec, Buenavista Tomatlán, Los Reyes, Coalcomán y Cotija se ha convertido en un territorio plagado de minas terrestres instaladas por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Este grupo criminal, liderado por Nemesio Oseguera Cervantes, conocido como «El Mencho», ha utilizado explosivos para impedir el acceso de fuerzas de seguridad y de sus grupos rivales a esta extensa región de Michoacán, limítrofe con Jalisco.
El área es un intrincado terreno de caminos secundarios y veredas donde el CJNG opera con facilidad. Según información del gabinete de seguridad, la organización ha establecido campamentos, narcolaboratorios y bases operativas en estos municipios, aprovechando la difícil geografía para mantener su control territorial.
Esta franja de tierra, sembrada de explosivos improvisados, conecta localidades clave como Cotija y Tepalcatepec a través de Santa María del Oro, así como Cotija con Buenavista Tomatlán, permitiendo el acceso a Aguililla y Coalcomán a través de Paredes del Ahogado, donde recientemente una «narcomina» cobró la vida de dos elementos del Ejército Mexicano. Además, desde Punta de Agua se puede llegar al Aguaje, en Aguililla —cuna de «El Mencho»— sin necesidad de transitar por carreteras.
El uso de estas minas artesanales representa un desafío significativo para el Ejército Mexicano, que desde 2022 ha intensificado sus esfuerzos para desactivarlas. Esta táctica de guerra, popularizada por el CJNG, ha causado numerosas bajas entre los militares en los últimos años. Durante febrero de 2022, unidades del Grupo de Respuesta a Emergencias y de la Brigada de Fusileros Paracaidistas lograron desactivar más de 300 artefactos en diversas zonas de Michoacán y sus alrededores. Sin embargo, el riesgo persiste, convirtiendo esta región en un campo minado literal y figurado en el conflicto contra el crimen organizado.