Un grupo de aproximadamente mil 500 personas, compuesto por hombres, mujeres y niños de la caravana migrante que inició su trayecto en Tapachula el pasado 12 de diciembre, se reunió en la explanada de la Presidencia Municipal de un poblado del sureste mexicano para exigir al Instituto Nacional de Migración (INM) que les otorgue documentos que permitan su tránsito legal hacia la frontera con Estados Unidos.
El contingente, que ha recorrido cerca de 150 kilómetros en los últimos ocho días desde su partida, también denunció actos de hostigamiento por parte del INM y solicitó un alto a estas prácticas. En busca de una solución, los migrantes portaban pancartas en las que apelaban a la presidenta Claudia Sheinbaum para que interceda y facilite la emisión de la Forma Migratoria Múltiple (FMM), un documento que les permitiría viajar de manera regular antes de que Donald Trump asuma la presidencia de Estados Unidos y refuerce sus amenazas de cerrar las fronteras.
Entre los mensajes escritos en las pancartas, se podían leer súplicas y exigencias de trato digno: “Emigrar para nosotros es nuestra única opción para sobrevivir, presidenta Claudia danos un trato digno”, expresaba una, sostenida por un menor. Otros mensajes pedían empatía y apoyo, como “No más inhumanidad, los migrantes somos seres humanos, pdta. Claudia Sheinbaum, te rogamos” y “No pedimos más que sólo nos permitan viajar en bus dignamente, Claudia Sheinbaum”.
La caravana ha reiterado su desesperación por encontrar una solución que les permita continuar su camino de manera segura y respetuosa, enfrentando diariamente condiciones adversas y buscando en sus demandas un trato más humanitario por parte de las autoridades.