Con el tiempo en contra, los negociadores de la Casa Blanca y el Senado pasaron apuros el domingo para llegar a un acuerdo sobre la seguridad fronteriza de Estados Unidos, el cual desbloquearía la solicitud del presidente Joe Biden de otorgar miles de millones de dólares en asistencia militar para Ucrania y otras necesidades de seguridad nacional antes de que los senadores inicien su receso por las festividades navideñas.
El gobierno federal, que cada vez se involucra más en las conversaciones, enfrenta presión de todos los frentes en torno a cualquier acuerdo. Los negociadores insisten en que hay avances, pero no fue posible alcanzar el esperado marco de trabajo. Los líderes republicanos indicaron que, si no se logra redactar la iniciativa, la votación procesal subsecuente probablemente fracasará.
Las negociaciones se llevan a cabo mientras Donald Trump, líder en las preferencias para obtener la nominación a la candidatura presidencial por el Partido Republicano para el 2024, pronunció alarmantes declaraciones antinmigrantes sobre la pureza de «sangre» durante un acto de campaña el fin de semana, en un eco de las consignas nazis durante la Segunda Guerra Mundial.
«Están envenenando la sangre de nuestro país», declaró Trump con respecto a la cifra sin precedentes de migrantes que llegan a Estados Unidos sin contar con un estatus legal inmediato.
Durante un acto de campaña en Nueva Hampshire, uno de los primeros estados donde se realizan elecciones primarias, Trump pronunció declaraciones similares a las que escribió Adolf Hitler en «Mein Kampf» mientras el expresidente criticaba al equipo de Biden por la oleada de migrantes. «Llegan a nuestro país de todo el mundo», lamentó Trump.
Senadores y altos funcionarios del gobierno, incluido el secretario de Seguridad Nacional Alejandro Mayorkas, han estado trabajando todo el fin de semana a puerta cerrada en el Capitolio para tratar de concretar un acuerdo con respecto al manejo de la frontera, el cual exigen los legisladores republicanos a cambio de otorgar cualquier ayuda a Ucrania, Israel y otras necesidades de seguridad nacional. Mayorkas arribó el domingo en la tarde para participar en una nueva ronda de negociaciones.
«Cada día nos acercamos más, no nos alejamos», dijo el senador demócrata Chris Murphy tras concluir la sesión vespertina de negociaciones.
Luego de aplazar su receso navideño, Murphy y la senadora independiente Kyrsten Sinema reconocieron la dificultad de elaborar un borrador y garantizar el apoyo para una iniciativa sumamente complicada en torno a un asunto que ha dividido al Congreso desde hace años. Antes de una nueva ronda de negociaciones el lunes, parece cada vez más probable que no se tome ninguna acción en lo que queda del año.
El senador republicano Lindsey Graham dijo que los senadores no quieren verse «atascados» por tener que verse obligados a deliberar sobre una solución intermedia de último momento que los negociadores pudiesen alcanzar.
«No estamos ni siquiera cerca de un acuerdo», dijo Graham —cuyo equipo se ha integrado a las negociaciones— en declaraciones al programa «Meet the Press» de la NBC.
Graham pronosticó que las deliberaciones se prolongarán hasta el próximo año. Estaba entre 15 republicanos que firmaron una carta dirigida a los líderes del partido para instarlos a aguardar a que la Cámara de Representantes regrese de su receso el 8 de enero con el fin de debatir el asunto.
El principal negociador republicano, el senador James Lankford, y el líder republicano en la cámara alta, Mitch McConnell, también indicaron en su propia carta enviada el domingo que aún falta mucho por avanzar en las negociaciones. Lankford declaró más tarde que el plazo de enero era «realista».