Tel Aviv.– El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, advirtió este jueves que su gobierno está por modificar de forma drástica su enfoque frente al conflicto en Gaza, dejando claro que se avecina una nueva etapa en la ofensiva militar contra Hamás. «Las reglas van a cambiar muy pronto», declaró durante una visita a tropas de reserva en el kibutz de Tze’elim, donde fue enfático al reiterar sus dos principales objetivos: desmantelar por completo al grupo islamista y rescatar a los rehenes que aún se encuentran en manos de la organización.
El mensaje se da en un momento en que el gobierno israelí ha autorizado una ampliación de las operaciones en la Franja de Gaza, aprobada el pasado 5 de mayo. Esta nueva fase contempla el despliegue de decenas de miles de reservistas, quienes reforzarán posiciones en las fronteras con Líbano y Cisjordania, permitiendo que los soldados regulares se concentren exclusivamente en la ofensiva dentro del enclave palestino.
El general de brigada Effie Defrin, portavoz del Ejército israelí, adelantó que la estrategia contempla ataques aéreos constantes, eliminación de combatientes y el desmantelamiento total de la infraestructura de Hamás. Además, señaló que la mayoría de la población civil será desplazada hacia zonas que se consideren libres del control del grupo.
Las declaraciones del primer ministro se suman a las recientes posturas de otros miembros del gabinete. El 21 de abril, el ministro de Finanzas Bezalel Smotrich causó polémica al declarar que la liberación de los rehenes no era una prioridad para el gobierno. Netanyahu, aunque moderó el tono, reafirmó que el objetivo esencial sigue siendo la destrucción total de Hamás.
Según cifras del Ministerio de Sanidad de la administración controlada por Hamás en Gaza, al menos 52,760 personas han muerto desde el inicio de la ofensiva israelí en octubre de 2023. Tan solo desde la ruptura del alto el fuego el 18 de marzo, se registraron 2,651 muertes adicionales y más de 7,200 heridos.