En el día 267 de guerra los ataques israelíes han persistido a lo largo de toda la Franja de Gaza, devastada y que se está convirtiendo en un lugar inhabitable, y que suma ya 37.834 muertos, la mayoría mujeres y niños, y más de 86.858 personas heridas.
Bajo fuego por tercer día consecutivo
El Ejército israelí informó este sábado de que sigue «luchando bajo tierra y en la superficie» en el barrio de Shujaiya, en la ciudad norteña de Gaza, tres días después del inicio de esta operación que justificó por la «presencia» de milicianos de Hamás.
«Durante el último día, en Shujaiya las tropas eliminaron a un gran número de terroristas y localizaron una instalación de almacenamiento de armas dentro de un recinto escolar de la zona», indicaron en un comunicado.
El Director General del Ministerio de Salud gazatí, controlado por Hamás, Muneer Alboursh, aseguró en su cuenta de X que la incursión de las tropas israelíes en este barrio del este de ciudad de Gaza ha dejado al menos 52 personas muertas y más de 300 heridos.
La Defensa Civil palestina alertó de las numerosas peticiones que les han llegado de familias residentes de este barrio atrapadas, sin agua ni comida por tercer día consecutivo, y que piden la evacuación de heridos.
«Urgimos al Comité Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Palestina a que atiendan estas peticiones de evacuación de heridos», pidió la Dirección General de Defensa Civil palestina.
Por otra parte, fuentes médicas palestinas confirmaron la muerte de cuatro civiles, incluidos dos niños, y de decenas de heridos, trasladados de urgencia al hospital árabe Al Ahli de ciudad Gaza para recibir tratamiento, por un bombardeo israelí contra una casa en el centro de la urbe.
En el extremo sur de la Franja, en Rafah, las fuerzas israelíes abrieron fuego con ametralladoras contra las tiendas de campaña de los desplazados en la zona de Shakoush y el barrio de Tal al Sultan de acuerdo con Wafa.
El área de Al Mawasi, bautizada como zona humanitaria por Israel, fue de nuevo objetivo de la artillería israelí, que atacó refugios improvisados e invernaderos agrícolas, lo que dejó múltiples víctimas, según informaron fuentes médicas palestinas.
Las fuerzas israelíes aseguraron en su comunicado que sus ataques en la ciudad fronteriza con Egipto están basados en información de su inteligencia y que en la última jornada mataron a «numerosos» combatientes y desmantelaron «una gran cantidad de infraestructura, incluidos túneles.
10.000 personas discapacitadas
Conforme se va prolongando la guerra, van surgiendo más problemas de salud para una población gazatí desesperada, hambrienta y expuesta al fuego israelí más de ocho meses consecutivos.
Este sábado la ONG palestina Red del Sector de Rehabilitación advirtió de que al menos 10.000 personas han adquirido diversas discapacidades a causa de los bombardeos.
«Las personas con discapacidad son particularmente vulnerables a la desnutrición y las enfermedades crónicas, lo que aumenta significativamente su riesgo de mortalidad», advierten en la nota.
La popularidad de Netanyahu sigue cayendo
Alrededor de dos tercios de los israelíes creen que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, debería abandonar la política y no buscar la reelección, según una nueva encuesta televisiva del popular canal israelí 12.
La popularidad de Netanyahu entre la sociedad israelí ha caído en picado tras el estallido de la guerra en Gaza. De hecho, en estos casi nueve meses de ofensiva, todos los fines de semana se convocan protestas en Israel para pedir su dimisión y la convocatoria de elecciones anticipadas.
Muchos israelíes acusan al mandatario israelí de estar prolongando la guerra en la Franja únicamente por sus propios intereses políticos. Netanyahu tiene pendiente varios juicios por corrupción que quedaron congelados a raíz del conflicto en el enclave palestinos.
Su supervivencia, sin embargo, no será tarea fácil puesto que las amenazas de los partidos ultraortodoxos y la de los de extrema derecha, apoyos de los que depende el mandatario israelí para mantener a flote su coalición, son constantes.
Por una parte, las formaciones ultraortodoxas Shas y Judaísmo Unido de la Torá exigen a Netanyahu que no implemente el último fallo del Tribunal Supremo que pone fin a la exención militar de los estudiantes haredíes.
Por otra, Sionismo Religioso, Poder Judío y Noam se oponen a la firma de un acuerdo con Hamás de un alto el fuego en la Franja y ahora además abogan por lanzar una ofensiva total contra Hizbulá en el Líbano.