Mañana, 30 de mayo, iniciará el despliegue de los observadores que integran la Misión de Observación Internacional de Transparencia Electoral de la Organización de los Estados Americanos (OEA) en varias entidades del país para vigilar la elección concurrente del próximo 2 de junio.
En conferencia de prensa, se anunció que la misión, encabezada por José Miguel Insulza, exsecretario general de la OEA; Ann M. Ravel, expresidenta de la Comisión Federal Electoral de Estados Unidos; y Jean-Pierre Kingsley, expresidente y CEO de la Fundación Internacional para Sistemas Electorales (IFES), comenzará su trabajo de campo.
Los observadores se desplegarán en la Ciudad de México, Puebla, Nuevo León, Veracruz, Yucatán, Guanajuato, Estado de México, Morelos, Chiapas y Jalisco, donde tendrán encuentros con autoridades electorales locales.
«Los expertos que conforman esta misión han coincidido en que no solo en México, sino en toda América Latina, se vive el fenómeno de la violencia y el temor por la democracia, por lo que la observación electoral ha cobrado relevancia para asegurar que no haya desinformación en medios de comunicación en términos de resultados adelantados, que exista libertad de prensa y no violencia política», señaló la OEA.
Asimismo, mencionaron que la elección del próximo domingo «determinará el futuro de la democracia en México», ya que se considera la más grande desde 1994 debido al número de cargos que se elegirán, y porque «por primera vez en la historia del país, las principales candidatas a la presidencia son mujeres, convirtiéndose en las elecciones más controversiales de la historia».
Los días 28 y 29 de mayo se llevó a cabo una etapa de capacitación en materia electoral mexicana para los más de 45 especialistas y autoridades provenientes de 19 países de Europa y las Américas, quienes han sido autorizados y reconocidos por el Instituto Nacional Electoral (INE).
La finalidad de la Misión de la OEA es promover los valores democráticos y desarrollar acciones para fomentar la celebración de elecciones bajo los estándares de integridad internacionalmente reconocidos, subrayaron.
Además, contarán con distintos programas que buscan visibilizar las amenazas al sistema democrático, perfeccionar los procesos electorales y capacitar a funcionarios electorales, integrantes de partidos políticos y organizaciones de la sociedad civil en buenas prácticas electorales.