El Reino Unido anunció este viernes un nuevo paquete de ayuda militar a Ucrania, mientras los aliados occidentales del país se reúnen para coordinar el envío urgente de más armamento y municiones frente al avance ruso. La asistencia se da en momentos clave de la guerra, que ya ha entrado en su cuarto año.
La iniciativa británica, desarrollada en colaboración con Noruega, contempla un desembolso de más de 580 millones de dólares. Con estos fondos se proporcionarán a Ucrania cientos de miles de drones militares, sistemas de radar, minas antitanque y servicios de reparación y mantenimiento para vehículos blindados empleados en el frente de batalla.
Este anuncio precede a una reunión clave en la sede de la OTAN, en Bruselas, donde los ministros de Defensa de los países aliados evalúan nuevas estrategias para fortalecer la resistencia ucraniana. Uno de los puntos centrales es la necesidad urgente de reforzar las defensas antiaéreas, según declaró el ministro ucraniano de Defensa, Rustem Umerov.
Por su parte, el presidente Volodímir Zelenski volvió a insistir en su llamado para recibir más sistemas antimisiles Patriot. La petición se intensificó luego de un devastador ataque ruso en su ciudad natal, donde un misil impactó en edificios residenciales y un parque infantil, dejando un saldo de 20 muertos, incluidos nueve niños.
En medio de estos esfuerzos, un enviado estadounidense se trasladó a San Petersburgo como parte de las gestiones diplomáticas orientadas a alcanzar un posible alto el fuego, aunque por ahora no hay señales concretas de que las hostilidades vayan a cesar. Mientras tanto, Rusia mantiene una clara ventaja en el terreno, lo que complica aún más el panorama para Ucrania y sus aliados.
