La agencia anticorrupción de Corea del Sur ha recibido una nueva orden judicial para detener al presidente Yoon Suk Yeol, quien ha sido suspendido de sus funciones. Esto se produce tras un intento fallido la semana pasada, cuando el servicio de seguridad presidencial impidió su arresto.
La Oficina de Investigación de Corrupción para Altos Funcionarios planea interrogar a Yoon en relación con las acusaciones de rebelión por su decreto de ley marcial emitido el 3 de diciembre. Sin embargo, no se ha confirmado cuánto tiempo será válida la nueva orden de detención. El fiscal jefe de la agencia, Oh Dong-woon, se negó a proporcionar detalles sobre la duración de la orden, indicando que esa información es sensible mientras se exploran las formas de ejecutarla.
Las órdenes de detención en Corea del Sur suelen ser válidas por siete días, con la posibilidad de extenderse hasta 10 días. Aunque no se ha dado una fecha exacta para el próximo intento de detención, los investigadores están preparando sus acciones.
La situación se complicó la semana pasada cuando el Tribunal del Distrito Occidental de Seúl emitió una orden de detención contra Yoon y una orden separada para registrar su residencia, después de que el presidente desafiara a las autoridades al negarse a asistir a un interrogatorio sobre su decreto de ley marcial. Cuando los investigadores y oficiales de policía intentaron proceder con la detención, se encontraron con una fuerte resistencia por parte del servicio de seguridad presidencial, lo que resultó en un enfrentamiento tenso de más de cinco horas, tras el cual los agentes se retiraron.
