Las autoridades de Pakistán reforzaron este viernes la seguridad de los extranjeros residentes en el país asiático tras el brutal atentado suicida que dejó cien muertos en una mezquita a inicios de esta semana, en especial la de los ciudadanos chinos, objetivo de algunos ataques en el pasado.
«El Gobierno central ha pedido a todas las provincias que refuercen la seguridad de los extranjeros tras el atentado de Peshawar», dijo a EFE un funcionario del Ministerio del Interior bajo condición de anonimato.
La fuente destacó que el aumento de la seguridad estaría enfocado sobre todo a proteger a la amplia comunidad china que alberga el país, la más numerosa y que podría ascender a unos 40,000 miembros, y que sobre todo son empleados del multimillonario proyecto Corredor Económico China-Pakistán (CPEC), financiado por Pekín con una inversión de 60,000 millones de dólares.
Los ciudadanos chinos han sido el objetivo de varios atentados por parte de grupos insurgente en Pakistán, principalmente en el sureño Baluchistán, que acusan al Gobierno central de apoderarse de sus recursos con la ayuda de China.
Así sucedió el pasado abril, cuando una atacante suicida acabó con la vida de cuatro personas, tres de ellas de nacionalidad china, en un ataque en la universidad de Karachi que reivindicó el grupo separatista Ejército de Liberación Baluchi (BLA).
Siguiendo la medida hoy anunciada, el Departamento del Interior del estado oriental de Punjab instó a los residentes de China a contratar empresas de seguridad privada en caso de no contar con guardia propia.
El Gobierno regional estableció en 2014 la Unidad de Protección Especial (SPU), compuesta por más de 7,000 miembros, y que vela desde entonces por la seguridad de los extranjeros que trabajan en diferentes proyectos en Punjab.
«El Gobierno nos ha pedido que reforcemos la seguridad de los extranjeros, especialmente de los chinos, y así lo hemos hecho», afirmó a EFE el comandante de este cuerpo especial de seguridad, Agha Yousuf.
Pakistán vive un repunte del terrorismo desde la llegada al poder en Afganistán de los talibanes, que reactivó los ataques de sus hermanos ideológicos paquistaníes, el Tehreek-e-Taliban Pakistan (TTP), el principal grupo talibán paquistaní.
Pese a que la formación fundamentalista ha estado detrás de la mayoría de los atentados recientes que ha sufrido el país, el TTP aseguró el pasado diciembre que los extranjeros no se encontraban entre sus objetivos.