El papa Francisco hizo un llamado urgente por un alto al fuego en todos los conflictos armados durante su mensaje del Ángelus dominical, previo a las festividades navideñas. Desde el Vaticano, y afectado por un resfriado que lo llevó a impartir su bendición desde el interior, el pontífice denunció la “crueldad” de los ataques contra escuelas y hospitales en zonas de conflicto como Ucrania y Gaza.
“¡Que las armas se silencien y que los villancicos llenen el aire!”, expresó Francisco, al pedir oraciones para que en esta Navidad cesen las hostilidades en Ucrania, Tierra Santa, el Oriente Medio y en todo el mundo. Recordó, con especial énfasis, el sufrimiento de Ucrania, que sigue siendo blanco de ataques que destruyen infraestructuras esenciales, incluyendo escuelas, hospitales e iglesias.
El papa también manifestó su profunda tristeza por la situación en Gaza, denunciando la violencia contra niños y el bombardeo de centros educativos y de salud. “¡Cuánta crueldad!”, exclamó al reflexionar sobre el impacto devastador del conflicto.
El sábado, Francisco también expresó críticas hacia las acciones de Israel en Gaza, señalando que el bombardeo había impedido la entrada de su enviado. No obstante, el domingo, las autoridades israelíes permitieron el ingreso del cardenal Pierbattista Pizzaballa, líder de la Iglesia Católica en Tierra Santa, quien pudo celebrar una misa prenavideña junto a la pequeña comunidad cristiana de la región.
A pesar de su resfriado, el papa, quien cumplió 88 años recientemente, mostró buen ánimo durante el Ángelus, un contraste con la congestión que presentó días antes durante su tradicional saludo navideño a los miembros de la Curia.
