El presidente Donald Trump ha sugerido que podría ofrecer una pausa temporal a la industria automotriz en relación con los aranceles del 25% impuestos sobre piezas y vehículos, lo que ha generado expectativas de posibles cambios en las reglas sobre los aranceles. Sin embargo, no especificó la duración ni los detalles de esta pausa. Este anuncio se produce en un momento crítico para los fabricantes de automóviles, que están enfrentando desafíos debido a las restricciones comerciales impuestas por la administración.
Los aranceles, que entraron en vigor a principios de 2024, han afectado gravemente a la industria automotriz, que depende de una red global de suministros de piezas. Trump explicó que la industria necesitaría tiempo para reconfigurar su producción en Estados Unidos, refiriéndose a la reubicación de fábricas desde países como Canadá y México.
El impacto de estos aranceles, según los expertos, sería significativo, ya que las cadenas de suministro de la industria automotriz son vastas y complejas, y cambiar estas redes no es un proceso rápido. Los fabricantes también deben lidiar con aranceles adicionales sobre el acero, el aluminio y otros bienes importados, lo que ha provocado un aumento en los costos de producción.
En este contexto, algunos fabricantes de automóviles, como Ford, Hyundai y Stellantis, ya han tomado medidas para mitigar los efectos de los aranceles, incluyendo programas de precios especiales para captar a los compradores antes de los esperados aumentos de precios. Además, empresas como Stellantis han señalado que las prohibiciones actuales podrían tener efectos a largo plazo en la industria, con posibles aumentos en los costos para los consumidores y un impacto en el suministro de vehículos nuevos y usados.
A pesar de los esfuerzos por aliviar el impacto a corto plazo, los expertos creen que las soluciones no llegarán rápidamente. Dan Ives, analista de Wedbush Securities, destacó que cambiar una cadena de suministro global que ha estado en su lugar durante décadas no es algo que pueda hacerse de manera instantánea, y sugirió que sería más efectivo centrarse en los vehículos ensamblados en Estados Unidos.
Mientras tanto, el gobierno estadounidense está trabajando en nuevas reglas que podrían excluir algunas piezas de los aranceles, especialmente aquellas que contienen materiales fabricados en el país, lo que podría beneficiar a la industria automotriz.