El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, rechazó el miércoles las críticas sobre la falta de un plan para una realidad de posguerra en Gaza, argumentando que es imposible preparar cualquier escenario en el enclave palestino hasta que Hamás sea derrotado.
Netanyahu ha enfrentado una creciente presión de críticos tanto dentro como fuera de su país, especialmente de Estados Unidos, para presentar un plan de gobernanza, seguridad y reconstrucción de Gaza.
Ha indicado que Israel pretende mantener un control indefinido sobre los asuntos de seguridad y ha rechazado la participación de la Autoridad Palestina, que es reconocida internacionalmente. Esta posición contrasta con la visión de la administración del presidente Joe Biden, que aboga por una gobernanza palestina en Gaza y Cisjordania —territorio ocupado por Israel— como precursora de un Estado palestino.
El debate sobre una visión de posguerra para Gaza surge mientras los combates han estallado nuevamente en lugares que Israel atacó en los primeros días de la guerra y que aseguró tener bajo control, así como en Rafah, en el sur de Gaza, provocando la huida de miles de personas.
Para los palestinos, ese desplazamiento ha renovado dolorosos recuerdos de la expulsión masiva.
