Rifles, escopetas, revólveres y municiones, tanto reales como de juguete, fueron entregados este viernes a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en un evento encabezado por Claudia Sheinbaum Pardo. La presidenta destacó el inicio del programa Sí al Desarme, Sí a la Paz, que, según afirmó, marcará un hito y servirá como ejemplo global de cómo México trabaja por la paz y la justicia.
En compañía de representantes eclesiásticos, entre ellos el rector de la Basílica de Guadalupe, Efraín Hernández Díaz, y los obispos auxiliares Salvador González Morales y Héctor Mario Pérez Villarreal, Sheinbaum subrayó que cualquier ciudadano puede entregar armas en diversos puntos establecidos, incluidos atrios religiosos, sin temor a investigaciones y a cambio de una compensación económica que varía según el tipo de arma.
La mandataria señaló que esta iniciativa forma parte de una estrategia integral enfocada en abordar las raíces de la violencia en el país. “El programa busca que, si hay armas en el hogar, se entreguen de manera voluntaria, recibiendo un beneficio económico y asegurando su destrucción inmediata”, explicó.
En el atrio de la Basílica de Guadalupe, Rosa Icela Rodríguez destacó que la Sedena será responsable de la recepción y destrucción de las armas al momento de ser entregadas.
Tras los discursos, ciudadanos con bolsas y estuches improvisados comenzaron a formarse para entregar armas de distintos calibres. Muchos comentaron que estas provenían de herencias familiares o que las habían recibido de parientes en el pasado.