Las autoridades sirias atribuyeron a Israel la autoría del bombardeo que destruyó este lunes el consulado iraní en Damasco y dejó entre cinco y ocho muertos, entre ellos Mohamad Reza Zahedi, un general de la Guardia Revolucionaria iraní.
“Alrededor de las 17:00 de la tarde de hoy (14:00 GMT), el enemigo israelí realizó una ofensiva aérea desde el Golán sirio ocupado contra el edificio del consulado iraní en Damasco. Nuestras defensas aéreas repelieron los misiles del ataque de los que derribó algunos”, señaló una fuente militar.
De acuerdo a la agencia, el ataque “destruyó el edificio por completo y alcanzó a todos los que se encontraban en el interior, lo que provocó muertos y heridos”, sin dar más detalles.
Por su parte, la ONG Observatorio Sirio de Derechos Humanos aseguró que al menos ocho personas murieron, entre ellos Zahedi, identificado como líder de las fuerzas Quds de la Guardia Revolucionaria en Siria y en el Líbano, así como otros dos asesores y cinco miembros de la entidad paramilitar iraní.
Fuentes de la embajada iraní confirmaron a EFE que el edificio del consulado, situado en el barrio de Mezzeh, era el lugar donde residía el embajador y su familia, que también salió ilesa.
En uno de los golpes más duros a Irán de los últimos años en Siria, el embajador de Irán en este país, Hossein Akbari, dijo en la televisión estatal iraní desde Damasco que “el régimen sionista (Israel) actúa contra las leyes internacionales, por lo que recibirá una dura respuesta por nuestra parte”.
“La República Islámica de Irán se reserva su derecho a tomar contramedidas, y decidirá sobre el tipo de reacción y castigo del agresor”, afirmó, por su parte, el portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Naser Kanani.
El ministro de Exteriores sirio, Faisal al Miqdad, transmitió este lunes el apoyo de Siria a Irán tras el ataque en una llamada a su homólogo iraní, Hossein Amir Abdollahian, a quien dijo que este bombardeo es consecuencia del “miserable fracaso” de Israel en la guerra contra el pueblo palestino de la Franja de Gaza y reiteró que el Estado judío “no podrá influir en las relaciones entre Irán y Siria”.