La tormenta tropical Debby inundó el martes las ciudades costeras de Georgia y Carolina del Sur, causando tornados y elevando las aguas en las calles hasta la cintura. Este evento marca el inicio de una tormenta prolongada que podría generar acumulaciones de lluvia de hasta 75 centímetros (25 pulgadas).
Charleston y Savannah fueron las primeras en recibir el impacto, con hasta 30 centímetros de lluvia acumulada en la franja costera entre estas dos ciudades en poco más de 24 horas. La policía cerró todas las calles de acceso a la península del centro de Charleston como medida de precaución, y decenas de calles en la histórica ciudad quedaron bloqueadas debido a las inundaciones.
Con Debby moviéndose de nuevo hacia el mar, se anticipa que las intensas lluvias se desplazarán hacia el norte, afectando áreas de Carolina del Sur y Carolina del Norte que ya han enfrentado graves inundaciones en los últimos ocho años, causando daños millonarios.
En un vecindario de Savannah, los bomberos utilizaron botes para evacuar a algunos residentes y se adentraron en el agua estancada, que les llegaba hasta la cintura, para entregar agua embotellada y suministros a aquellos que no querían abandonar sus hogares.
Michael Jones relató que las lluvias hicieron que el agua inundara su casa la noche del lunes, volcando el refrigerador y flotando los muebles. Afuera, el agua estaba tan profunda que escapar con seguridad era imposible. Jones pasó la noche en la mesa de la cocina hasta que los bomberos llegaron a su casa en una lancha al día siguiente.
“Fue un infierno toda la noche,” dijo Jones. “Fue difícil, pero Dios es bueno.”
Según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos, el vórtice de la tormenta se encontraba a 16 kilómetros (10 millas) al este de Savannah a las 5 de la tarde, moviéndose en dirección este-noreste a una velocidad de apenas 5 km/h (3 mph).
