Una avioneta perteneciente a la empresa guatemalteca Inversiones 777 S.A. se desplomó e incendió este viernes en el ejido San Vicente, ubicado entre Pavencul y Motozintla, cerca de Tapachula, Chiapas. La aeronave realizaba labores sanitarias al momento del accidente, dispersando moscas estériles para combatir el gusano barrenador, una plaga que afecta a regiones del sur de México.
El siniestro cobró la vida de los tres ocupantes: Carlos Eduardo Monroy Pinto, piloto; Byron Eduardo Morán de Paz, copiloto; ambos originarios de Guatemala, así como del ingeniero agrónomo mexicano Lucio Alberto Roblero de León, quien trabajaba para el Centro de Empaque de Mosca del Mediterráneo del Senasica.
De acuerdo con reportes de las autoridades locales, la avioneta había despegado a las 08:15 horas de ese mismo día, tras haber llegado la noche anterior desde Centroamérica para iniciar la jornada de fumigación a primera hora.
El Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) confirmó la tragedia. Su director, Francisco Javier Calderón Elizalde, expresó su pesar y reconoció la labor de los tripulantes como parte de un esfuerzo vital contra una plaga devastadora para la agricultura mexicana.
Equipos forenses, junto con elementos de la Agencia Estatal de Investigación e Inteligencia Ministerial, ya trabajan en el lugar para esclarecer las causas del accidente.
