El Tren Maya, uno de los proyectos más destacados del gobierno anterior, registró una significativa disminución en el número de pasajeros durante septiembre de 2024, marcando un retroceso del 20% en comparación con el mes previo. Según datos de la Agencia Reguladora del Transporte Ferroviario (ARTF), en septiembre se transportaron 64,197 personas, mientras que en agosto esta cifra ascendía a 80,891 usuarios.
Esta caída representa el mayor retroceso desde su inauguración hace un año, reflejando un inicio complicado en términos de generación de ingresos. Según información obtenida mediante la Plataforma Nacional de Transparencia, los ingresos totales del Tren Maya entre enero y septiembre de 2024 sumaron 212.8 millones de pesos, provenientes de la venta de boletos y otros servicios. Sin embargo, esta cantidad queda muy por debajo de los 11,862 millones de pesos en subsidios federales otorgados para su operación desde diciembre de 2023 hasta septiembre de 2024.
Juan Carlos Machorro, especialista en infraestructura y socio de Santamarina y Steta, señaló que este tipo de proyectos suelen depender de subsidios debido a los altos costos de construcción y operación. «Las tarifas cobradas no logran cubrir los gastos, especialmente en regiones como el sureste mexicano. Lamentablemente, lejos de generar mayor interés, el tren está perdiendo pasajeros tanto locales como internacionales», comentó.
El experto también subrayó el impacto ambiental del proyecto, calificando como grave la destrucción ecológica en las áreas donde se construyeron las vías. Asimismo, expresó preocupación por la incapacidad del Tren Maya para atraer más usuarios en sus primeros meses de operación, incluso con promociones como los paquetes conjuntos con la aerolínea estatal Mexicana, que también representan una salida significativa de recursos públicos.