El equipo legal de Donald Trump está buscando retrasar el juicio por subversión electoral hasta después de las elecciones presidenciales de 2024, en respuesta a las recientes decisiones del Tribunal Supremo sobre la inmunidad de los actos presidenciales.
Las dos partes involucradas han presentado propuestas opuestas sobre cómo proceder en el caso que acusa a Trump de intentar revertir los resultados de las elecciones de 2020. Los fiscales han sugerido una revisión del caso para ajustar el proceso al fallo del Supremo, mientras que la defensa de Trump ha propuesto un calendario que podría extender el proceso hasta principios de 2025.
La defensa argumenta que algunas acusaciones podrían ser desestimadas basándose en la inmunidad presidencial, ya que el Supremo dictó que los intercambios de Trump con el Departamento de Justicia, relacionados con el fraude electoral, estaban protegidos por su cargo.
El fiscal especial Jack Smith, encargado del caso, ha presentado una nueva acta de acusación ajustada, manteniendo los cargos principales pero modificando algunas alegaciones para alinearse con el fallo del Supremo. La acusación original incluyó cuatro cargos, entre ellos la conspiración para obstruir un procedimiento oficial, pero ha sido reformulada para excluir los esfuerzos de Trump por obtener el apoyo del Departamento de Justicia.
El 6 de enero de 2021, una multitud de simpatizantes de Trump marchó hacia el Congreso, resultando en una irrupción violenta que dejó cinco muertos y aproximadamente 140 agentes heridos. Este evento es el centro de las acusaciones contra Trump.