La policía desmanteló un campamento propalestino el jueves en la Universidad Estatal Wayne, en Detroit, y arrestó al menos a 12 personas después de que los organizadores rechazaron las ofertas para reunirse con los directivos de la escuela y se negaron a desalojar el lugar.
La presidenta Kimberly Andrews Espy mencionó que existían preocupaciones relacionadas con la salud y la seguridad, así como interrupciones en el funcionamiento del campus.
Se alentó al personal a trabajar de forma remota durante esa semana y se suspendieron las clases presenciales de verano.
«Espy enfatizó que no se permite a ningún individuo o grupo reclamar la propiedad del campus para su propio uso, negando así el acceso a otros», señaló.
El campamento, añadió, «creó un ambiente de exclusión, donde algunos miembros de nuestra comunidad universitaria se sintieron marginados e incapaces de participar plenamente en la vida del campus».
Un video de televisión mostró a policías de la universidad y de Detroit, equipados con antidisturbios, derribando vallas y desmantelando tiendas de campaña instaladas el pasado 23 de mayo en un área verde cercana a la biblioteca de estudiantes universitarios.
