Violentas tormentas azotaron diversas zonas del sur de Estados Unidos el jueves, a pesar de que la región había logrado escapar del clima extremo previo que desató tornados, cobró la vida de al menos tres personas e dejó gravemente herido a un niño que fue arrastrado por un desagüe mientras jugaba en una calle inundada.
Una intensa línea de tormentas ingresó a Atlanta cerca del final de la hora punta matutina, causando retrasos en los transitados aeropuertos principales de Atlanta y Charlotte, Carolina del Norte. El Centro de Pronóstico de Tormentas del Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos emitió una advertencia de «alto riesgo» de clima extremo desde Texas hasta Carolina del Sur.
Estas tormentas continúan una serie de lluvias torrenciales y tornados que azotaron esta semana desde las Grandes Llanuras hasta el centro-norte de Estados Unidos, y ahora, hacia el sureste. Al menos cuatro personas han perdido la vida desde el lunes.
Este clima adverso llega poco después de un abril tormentoso, que registró 300 tornados confirmados en Estados Unidos, la segunda cantidad más alta registrada para ese mes y la mayor desde 2011.
El jueves, cerca de un cuarto de millón de hogares y negocios en varios estados del sur aún estaban sin electricidad después de las tormentas de la noche anterior, según PowerOutage.us.
En Tennessee, una tormenta causó daños en viviendas, dejó personas heridas, derribó líneas eléctricas y árboles, y cobró la vida de un hombre de 22 años en un automóvil en el condado de Claiborne, al norte de Knoxville, según las autoridades. Otra persona murió en el sur de Nashville, en Columbia, donde las autoridades informaron que un posible tornado arrancó varias casas de sus cimientos.
